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Una manada de perros lobos siberianos.
El rugido de un oso en la distancia.
Yo asustado, como cada vez.
Tu riendo, como cada vez.
Dos vocecitas que obraban el milagro.
Unas maracas pequeñas.
Una vida de oración, de fe y de caridad.
Un norte de paz amada.
Un inicio y un final
Una roca encima del agua.
¿Caminamos sobre el agua?
¡No! Mejor quedémonos aquí un ratito.
Se está tan a gusto cuando estamos juntos…
¿Y si cantamos?
Eso siempre.
Permiso concedido.
Son ustedes bienvenidos.
También recuerden…
Amados
Amando
Agradecidos
De ahí siéntanse Bendecidos.