Ay compañerita del alma
Cuanta belleza, ¿verdad?
Qué manera tan sutil
De hacer sagrado un lugar.
Devoto por siempre de tus Ofrendas
Olvidado algún tiempo de tanta Gracia.
Recuperando el tiempo perdido
En el abismo de mis demonios.
Para mi own soul, como todo, porque sí.